Peregrinando por Europa
Antes de existir los aviones, los trenes y los automóviles, los europeos viajaban a pie para visitar famosos lugares religiosos. Hoy en día, muchos turistas realizan rutas religiosas por Europa para explorar su espiritualidad, vivir una aventura épica y aprender más sobre la cultura de los pueblos que atraviesan estas rutas. Sean cuales sean sus motivaciones, todo viajero obtiene una dosis de espiritualidad al peregrinar por Europa.
El itinerario más famoso es sin duda el Camino de Santiago. Todas las diferentes rutas que tienen como punto de partida Suiza, Portugal o Francia, finalizan su recorrido en la Catedral de Santiago de Compostela, en España, donde se dice que están enterrados los restos del Apóstol Santiago. Si va en bicicleta, montando a caballo o caminando, necesita una especie de pasaporte de peregrinación llamado “Credencial del Peregrino”. En las distintas paradas a lo largo de su recorrido le pondrán un sello en su credencial como prueba de su peregrinaje y con el que podrá recibir en Santiago de Compostela la famosa “Compostela”, el certificado de haber realizado el camino. Algunos peregrinos continúan su ruta hasta Finisterre, o lo que es lo mismo “el final de la tierra”. Disfrute en Finisterre de las maravillosas vistas del océano Atlántico y, conforme a la tradición moderna, queme sus zapatos y la ropa utilizados en el Camino.
Para una peregrinación más corta, escale a la cima de la montaña Croagh Patrick en Irlanda y visite la capilla Summit Chapel para contemplar el lugar donde San Patricio ayunó y rezó durante la Cuaresma. La montaña es apodada ‘the Reek’ (“la Apestosa”). Cada año durante el último domingo de julio, los peregrinos suben por la ladera de la montaña hasta la capilla en la cima.
En Turquía existe otra ruta de peregrinación algo más difícil, que sigue los pasos de la primera misión de San Pablo Apóstol, a lo largo de más de 500 kilómetros por antiguas calzadas romanas. Asegúrese de llevar un saco de dormir, porque hay varios tramos donde habrá que acampar bajo las estrellas.
Para una experiencia única y personal que combina diferentes tradiciones europeas, la historia nórdica y la cultura noruega, explore el Camino de San Olav. Con itinerarios que varían desde los 160 kilómetros hasta los 5.000 kilómetros de distancia, los viajeros tienen la posibilidad de explorar la influencia de Noruega, Suecia y Dinamarca en la Edad Media, en las batallas históricas y en la religión europea.
Otra ruta de peregrinación popular se encuentra en Lituania, donde los visitantes espirituales vienen de todas partes para caminar a lo largo de la Colina de las Cruces, un destino verdaderamente impresionante. La Colina de las Cruces es un lugar sagrado único, lleno de miles y miles de cruces. Los visitantes pueden llevar su propia cruz a esta localidad, con sus nombres, intenciones y ruegos de misericordia.
Tampoco se puede perder las rutas del patrimonio judío. Embárquese en la ruta de la Arquitectura Modernista de las Sinagogas Europeas, que le llevará desde la Sinagoga de Subotica en la Serbia moderna hasta la elegante Sinagoga de Lucerna en Suiza. En la ruta de las sinagogas de madera de Europa Central y Oriental, visite las localidades rurales prácticamente desaparecidas con sinagogas de madera de Lituania y Rumanía. Finalmente, sumérjase en la ruta de las Mujeres del Judaísmo, que resalta y celebra la contribución de las mujeres a la herencia cultural judía.