Día 1-14
Distancia:
339km /
211mi
De Canterbury a Reims
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Su aventura por la Vía Francígena comienza en Canterbury, concretamente en la emblemática Catedral de Canterbury.
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Haga una parada en la Casa Beaney de Arte y Conocimiento (Beaney House of Art and Knowledge) para visitar el alma de la cultura artística de Canterbury.
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Ábrase paso hasta la costa para ver los históricos paisajes de los Acantilados Blancos de Dover.
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Llegue a Calais, en Francia, y descubra la auténtica gastronomía francesa tras visitar la famosa torre de vigilancia Torre de Guet.
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Viaje hasta Reims para aventurarse en la tradicional ruta de la Vía Francígena.
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En Reims, descubra la historia religiosa que caracteriza a la ciudad en la Catedral de Reims y la Basílica de Saint-Remi.
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Si tiene tiempo, asegúrese de pasar un día en París para disfrutar de una cena romántica antes de continuar su ruta.
Día 21-42
Distancia:
680km /
310mi
De Reims a Lausana
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Después de Reims, viaje al sur a lo largo de la ruta de acceso al Parque Natural Nacional del Bosque de Oriente para hacer senderismo y ser testigo de la vida silvestre en Piney, Francia.
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Visite uno de los muchos viñedos de la región, donde se encuentran las casas que acogen a las marcas de champagne más famosas.
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Baje por la ruta hasta la ciudad de Châlons-en-Champagne, hogar de la Iglesia de Notre-Dame-en-Vaux y de la Basílica Notre-Dame de L’Epine, ambas consideradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
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Mientras esté allí, vaya de paseo en barco por el Río Marne hasta el corazón de Châlons-en-Champagne.
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En Besanzón, la ruta comienza a complicarse, pero se mantiene lo suficientemente sencilla como para seguir disfrutándola.
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Camine a través del Macizo del Jura de Besanzón. Jura significa “bosque” en céltico, lo que quiere decir que verá exuberante vegetación durante todo el recorrido.
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Llegue a Lausana, Suiza, para ver la bella arquitectura que se puede encontrar en su casco antiguo.
Día 32-66
Distancia:
884km /
549mi
De Lausana a Roma
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Tras una rápida estancia en Lausana, siga por la Vía Francígena hasta que llegue a Montreux.
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Vaya a ver los murales medievales en el Castillo de Chillon.
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Próxima parada: Pavía, Italia. Una vez allí, llene el depósito con algo de la gastronomía italiana como la pizza local, la lasaña o los ñoquis. Encontrará mucho donde escoger en Pavía.
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En Lucca, experimente las mayores riquezas del lugar mientras camina por las muralla renacentista de la ciudad.
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Después, es hora de ponerse en camino hacia Siena, hogar de la popular carrera de caballos bianual conocida como Palio de Siena. Viaje en julio o agosto para verlo usted mismo.
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Llegue a Roma, la última parada de la Vía Francígena.
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Vea monumentos como el Coliseo, la Capilla Sixtina o la Fontana di Trevi.
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Tenga una estancia cómoda en su última noche y descanse para el viaje de vuelta a casa.